Evangelio para el 2 y 3 de Septiembre:
En aquél tiempo, fué Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura.
Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
"El Espíritu del Señor está sobre mí, porque Él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista, para dar libertad a los oprimidos, para anunciar el año de gracia del Señor".
Y, enrrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. y él se puso a decirles:
"Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír".
Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían:
"¿No es este el hijo de José?
Y Jesús les dijo:
"Sin duda me recitaréis aquél refrán: "Médico, cúrate a ti mismo"; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oido que has hecho en Cafarnaún" y añadió: "Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elias, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo un gran hambre en todo el pais, sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elias, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Elias, sin embargo ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio".
Al oir esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.
Concédenos Señor Jesús, el don de bucear con tu Evangelio hasta hacernos con el espíritu que en él reposa.
En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaúm, ciudad de Galilea y los sábados enseñaba a la gente. Se quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad. Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo , y se puso a gritar a voces:
"¿Que quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quien eres: el Santo de Dios"
Jesús le intimó:
"Cierra la boca y sal".
El demonio tiró al hombre por tierra en medio de la gente, pero salió sin hacerle daño. Todos comentaban estupefactos:
"¿Que tiene su palabra? Da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos y salen"
Noticias de él iban llegando a todos los lugares de la comarca.
COMENTARIO: MIEDO A LOS DEMONIOS
¿Que tenemos nosotros contigo Jesús de Nazaret? gritaron los demonios que se habían apoderado de un hombre. ¿que tiene Dios con vosotros?, vino a decir Satanás a nuestros primeros padres ante su abuso de autoridad, al prohibirles comer del fruto de un árbol.
¿Que tenemos nosotros con Dios, cuando existe un abismo inmenso entre nuestro concepto de felicidad, vida, realización humana, y el suyo? Responde Dios: Yo sí tengo que vercon vosotros: Soís obra de mis manos, lleváis mi imagen en vuestras entrañas. Por ello y porque no sabéis sacar jugo a vuestra vida, yo mismo franquearé el abismo que nos separa; seré Enmanuel para vosotros. Lo hizo, tomó un cuerpo y un nombre: Jesús de Nazaret, que significa Dios salva.
Ahora comprendemos el grito desgarrador de los demonios. Una sola palabra del Hijo de Dios, sepultaba todos sus poderes. Jesús habló, gritó: ¡Cállate y sal de él!. Toda una declaración de intenciones acerca de su misión.
Padre santo y misericordioso, te alabamos y te bendecimos porque, gracias a tu Hijo, si que tenemos que ver contigo.
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