Concédenos la gracia, Señor,
de glorificarte siempre
por el triunfo de tus mártires,
a quienes profesó devoción entrañable
el papa san Dámaso I.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén
(oración litúrgica).
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