lleno de bondad,
muéstranos tu amor.
Que la llama de tu corazón,
oh María,
descienda sobre todos los hombres.
Nosotros te amamos con todo nuestro ser.
Pon en nuestros corazones
el amor verdadero,
para que así tengamos
un deseo continuo de Ti.
¡Oh María de corazón dulce y humilde!
Acuérdate de nosotros
cuando estemos en pecado.
Por medio de tu corazón
inmaculado y materno,
concédenos ser curados
de toda enfermedad espiritual y física.
Haz que siempre podamos ver
la bondad de tu corazón maternal
y podamos convertirnos
por tu Llama de Amor,
amén.
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